Muchos fumadores y exfumadores reducen sus actividades
habituales por lo que ellos creen que es una falta de forma física o una
consecuencia de la edad. En muchos casos será así, pero en una proporción muy
elevada, puede que sea porque tengan la Enfermedad Pulmonar Obstructiva
Crónica, comúnmente llamada EPOC. En realidad no tan común porque la mayoría de
la gente no ha oído nunca este nombre.
Es una enferemedad muy frecuente que hay que tomarse muy en
serio. ¿Quién no ha visto o conocido a alguien que va por la vida tirando de
una bombona de oxígeno? Pues esas personas tienen, con toda probabilidad, EPOC.
Es una enfermedad causada primordialmente por el tabaco,
aunque hay un porcentage de pacientes que nunca han fumado. En Asia, por
ejemplo, es común que esté causada por el uso de fuego de leña en el interior
de las casas para cocinar. También hay trabajos en los que uno está expuesto a
humos que la pueden causar.
La enfermedad consiste en una obstrucción progresiva e
irreversible de los bronquios, lo cual dificulta el flujo del aire y produce el
síntoma principal de la enfermedad, la dificultad respiratoria o disnea.
El motivo de este artículo (ya escribí sobre la EPOC
previamente), es mi presencia en un Congreso Internacional de EPOC (COPD8) que se está
celebrando en Birmingham, Gran Bretaña, y al que he sido invitado para dar una
conferencia sobre la relación entre la EPOC y el cáncer de pulmón. Como
expliqué en el otro artículo, la EPOC puede manifestarse de dos formas clínicas
muy diferentes: el Enfisema y la Bronquitis Obstructiva. En muchos, sino la
mayoría, de los casos, ambas fromas clínicas coexisten en un mismo paciente.
Lo preocupante de esta enferemedad es que no se diagnostica
adecuadamente. Numerosos estudios han coincidido en que entre un 10 y un 20% de
la población adulta tiene EPOC. Y el 75% de los que tienen la enfermedad no lo
saben porque no han sido diagnosticados. Y peor aún, muchos de estos han ido al
médico varias veces por diversas razones.
Si uno estudia a poblaciones de fumadores, y nosotros lo
hemos hecho (publicación en CHEST), el porcentage de personas con EPOC puede
ser cercano al 40%. Y de nuevo, muchos no lo saben porque no sienten que tienen
una enfermedad.
Uno puede pensar que es mejor no saberlo si no produce síntomas,
pero esto un grave error. Interviniendo pronto, sobre todo dejando de fumar, se
puede frenar la progresión de la enfermedad y evitar llegar a estadios
avanzados en los que la dificultad respiratoria es muy limitante. Y además,
muchas de estas personas sí que tienen síntomas, pero no son conscientes de
ello. Muchos fumadores dejan de hacer deporte o ejercicio por cansancio que
atribuyen a la edad, al sobrepeso, al desentrenamiento, etc. Si les hiciéramos
una espirometría, una simple prueba en la que soplando en un aparato se puede
determinar la función de los bronquios, muchos se sorprenderían al saber que
tienen EPOC. Todos los días vemos esto en las consultas. Fumadores
aparantemente sanos que al hacerles la espirometría resulta que tienen EPOC. El
problema es que en Medicina Primaria no se hacen suficientes espirometrías. Es
mucho más fácil que le hagan a uno un electrocardiograma que una espirometría. Recuerden,
el 40% de los fumadores de más de 40 años pueden tener signos incipientes de
EPOC.
En el Congreso de EPOC de Birmingham (COPD8), los expertos
mundiales coincidenc en que todo fumador de más de 40 años debería hacerse una
espirometría, una prueba sencillísima que no lleva más de 5 minutos.
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