Cáncer – La clave es la detección precoz

En el pasado mes de junio se han publicado dos trabajos de investigación importantes que señalan la dirección a seguir para combatir con éxito el cáncer. Uno, publicado en el New England Journal of Medicine, la revista médica más prestigiosa, cierra definitivamente la discusión acerca de si la mortalidad por el cáncer de pulmón, el cáncer más mortífero de todos, se puede reducir con un programa de detección precoz similar al del cáncer de mama. El otro, publicado en la revista Radiology, revista de la Sociedad de Radiología de Norte América (RSNA), y centrado precisamente en el cáncer de mama, demuestra que cuantos más años se hagan mamografías las mujeres, más muertes por esta enfermedad se evitan.

Puede parecer sorprendente que afirme que estos descubrimientos son de suma importancia. Pensarán muchos que todo esto es lógico y que “menudos descubrimientos”. No se pueden ni imaginar el debate científico que hay al respecto.

Para que se hagan una idea de la importancia del trabajo sobre la detección precoz del
cáncer de pulmón, el pronóstico de este cáncer hoy, después de billones de euros invertidos en investigación, es idéntico al de hace 40 años. Si uno tiene la desgracia de padecer esta enfermedad, tiene menos de un 15% de probabilidades de vivir 5 años. O lo que es lo mismo, la mortalidad por cáncer de pulmón es cercana al 100% en poco tiempo.

En el estudio
NLST (National Lung Screening Trial), publicado hace una semana, se ha demostrado que haciendo un escáner del pulmón (TAC o tomografía axial computarizada) anualmente durante 3 años a fumadores o exfumadores de 55-74 años de edad, se consigue reducir la mortalidad por cáncer de pulmón en un 20%. Nunca en la historia de esta enfermedad se había descubierto tratamiento alguno que redujese así la mortalidad. Y cabe destacar que en este estudio tan sólo se hicieron TAC anuales durante 3 años. Es más que probable que estos resultados mejorarán considerablemente cuando, en lugar de 3 años, los sujetos de alto riesgo se hagan esta prueba anualmente durante 10 ó 15 años.

El segundo estudio mencionado aborda precisamente este punto. Demuestra que cuantos más años se haga mamografías una mujer, mayor es la probabilidad de que se reduzca su riesgo de morir por cáncer de mama. Pese a que hay numerosos estudios que han demostrado que los programas de detección precoz mediante mamografía son efectivos, el debate no ha cesado. Afortunadamente, y pese a las opiniones contrarias, la mayoría de los gobiernos y asociaciones médicas apoyan estos programas, aunque en algunos países, como en los EE.UU., se acaban de aprobar recomendaciones más estrictas que limitan el acceso a las mamografías a mujeres más jóvenes.



En este sentido cabe destacar el programa puesto en marcha en Navarra hace ya más de 20 años y que dirige la Dra. Nieves Ascunce. Recientemente se ha sabido que la mortalidad por cáncer de mama en Navarra ha empezado a disminuir de forma significativa. Hay otros factores que pueden determinar este descenso, pero uno clave es la detección precoz. Y es importante destacar que no se empezaron a ver los resultados positivos hasta que no pasaron 14-15 años desde el inicio del programa.


Algunos plantean la necesidad de obtener aún más datos para iniciar programas de
detección precoz de cáncer de pulmón pero, en mi opinión, las autoridades sanitarias no tienen más remedio que analizar estos datos con lupa, y actuar ya. Según los resultados publicados, no es ético hacer, o siquiera plantear, otro estudio en el que a un grupo de riesgo no se le ofrezca la prueba de detección precoz para que sirva de grupo control con el que se pueda comparar otro grupo de personas a los que sí se les ofrezcan las pruebas. Sabiendo ya que dichas pruebas reducen la mortalidad, ningún Comité Ético de Investigación puede aprobar una investigación de estas características.

Además de potenciar los programas de detección de cáncer de mama ya existentes, las autoridades deben plantear nuevos programas de detección precoz de cáncer de pulmón mediante TAC de tórax. Y no quiero entrar aquí en los programas de detección precoz de cáncer de colon mediante colonoscopia u otras pruebas también eficaces, aunque también merecen atención.



Quizás todo esto pueda parecer un gasto innecesario en los tiempos que corren, pero creo que cualquier análisis serio determinaría rápidamente que supone más una inversión de futuro que un gasto. Lo que es verdaderamente caro es tratar un cáncer avanzado. Además, si mañana se descubriese un medicamento nuevo que redujese la mortalidad por cáncer de pulmón en un 20%, ese medicamento estaría en el mercado al día siguiente, costaría decenas de miles de euros al año por paciente, y nadie lo cuestionaría.

Por supuesto que cualquier esfuerzo en la detección precoz del cáncer tiene que ir acompañado de esfuerzos similares o mayores en la erradicación de los factores de riesgo. En cualquier lucha contra el cáncer de pulmón la primera batalla hay que librarla contra el
tabaquismo. Pero no hay que olvidar, que incluso dejando de fumar, el riesgo de cáncer de pulmón, aunque empieza a disminuir inmediatamente, perdura elevado muchos años, incluso décadas. En otros artículos explicaré detalles acerca de estos estudios y abordaré los debates sobre estos programas.

1 comentario:

  1. Probando los comentarios puesto que me han dicho que no se puede comentar mi blog.

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